A hypothetical role for vitamin K2 in the endocrine and exocrine aspects of dental caries
Ken Southward 1
4920 Thirty Road, Beamsville, Ontario L0R 1B3, Canada.
Med Hypotheses. 2015 Mar;84(3):276-80.
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https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25636605/
Abstracto
El creciente interés en los vínculos orales/sistémicos exige nuevos paradigmas para comprender los procesos de enfermedad. Surgirán nuevas oportunidades para la investigación dental, particularmente en los campos de la neurociencia y la endocrinología. No se puede subestimar el papel de la porción del hipotálamo del cerebro.
Bajo la influencia de la nutrición, juega un papel importante en el modelo sistémico de caries dental. Actualmente, la teoría tradicional de la caries dental considera únicamente el entorno bucal y no reconoce ningún papel significativo para el cerebro.
El diente sano, en cambio, dispone de un flujo de líquido centrífugo para nutrirlo y limpiarlo. Esto es moderado por el eje hipotálamo/parótida, que envía señales a la porción endocrina de las glándulas parótidas. La ingesta elevada de azúcar crea un aumento de las especies reactivas de oxígeno y estrés oxidativo en el hipotálamo. Cuando este mecanismo de señalización detiene o invierte el flujo de líquido dentinario, hace que el diente sea vulnerable a las bacterias bucales, que ahora pueden adherirse a la superficie del diente.
El ácido producido por bacterias orales como Strep Mutans y Lactobacillus ahora puede desmineralizar el esmalte e irritar la dentina. El ataque ácido estimula una respuesta inflamatoria que resulta en la degradación de la dentina por las metaloproteinasas de la propia matriz del cuerpo.
Se ha demostrado que la Vitamina K2 (K2) tiene un potencial antioxidante en el cerebro y puede resultar una forma potente de preservar el flujo centrífugo de líquido dentinario controlado endocrino. El estrés, incluido el estrés oxidativo, magnifica la respuesta inflamatoria del cuerpo.
El azúcar no sólo puede aumentar la producción de ácido bacteriano oral, sino que al mismo tiempo puede reducir las defensas del diente a través de señales endocrinas. La producción de saliva es la función exocrina de las glándulas salivales. La capacidad amortiguadora de la saliva es fundamental para neutralizar el entorno bucal. Esto minimiza la desmineralización del esmalte y potencia su remineralización.
La Vitamina K2, como la que se encuentra en el queso fermentado, mejora la amortiguación salival a través de su influencia sobre el calcio y los fosfatos inorgánicos secretados. Los datos recopilados de varias culturas primitivas seleccionadas en la cúspide de la civilización demostraron la diferencia en la salud dental debido a la dieta. El grupo de dieta primitiva tuvo pocas lesiones de caries en comparación con el grupo que consumió una dieta civilizada rica en azúcar y carbohidratos refinados.
Los primitivos podían incluir en su dieta las vitaminas liposolubles, concretamente la Vitamina K2. Es necesaria más investigación endocrina y neurocientífica para comprender mejor cómo la nutrición influye en las defensas del diente a través del eje hipotálamo/parótida. También vinculará la caries dental con otras enfermedades degenerativas relacionadas con la inflamación, como la diabetes.
Fuente:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25636605/